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Reglas del bingo (segunda parte)

Contando un poco de historia, fue en 1977 que se autorizó el bingo en España. Se inventó un nuevo sistema y por ende nuevas reglas del bingo diferentes a las que imperaba por entonces: el bingo de 90 números. En la década de los ochenta se vivió una auténtica fiebre del “bingo moderno” cuando las máquinas y los salones de juego entraron en escena.

En 1992 existían 604 salas de bingo en España, según los primeros datos oficiales conocidos.

En lo que respecta a las reglas del bingo en relación a los cartones que se utilizan para jugar, estos se hallan organizados por tres líneas: cada línea contiene cinco números y en total el cartón se encuentra compuesto de quince números aleatorios que van del 1 al 90. El reglamento del bingo plantea que no deben existir dos cartones que sean iguales, es decir que los quince números de cada cartón no se encuentran organizados de la misma forma.

Además, existen dos clases de fichas para completar el cartón de bingo: las fichas de colores y los cartoncitos de colores. En lo que respecta a las fichas, éstas son redondas de color verde, rojo, azul y blanco. En cambio, los cartoncitos son cuadrados y tienen colores como rojo con negro, verde con negro, azul con negro.

Es relevante conocer que los números que va cantando el moderador son anunciados rápidamente. El tiempo máximo que se toma el mismo para cantar cada número es de diez segundos. Es por este motivo que es muy importante el silencio del salón y la concentración del jugador para que pueda cantar a tiempo la palabra: ¡BINGO!

Otras de las reglas del bingo es que el moderador debe poseer una pizarra o una especie de tablero en donde se van mostrando los números que han sido escogidos en la partida de bingo. En esta pizarra se muestra la figura que el jugador debe completar para conseguir el premio que está en juego. En el reglamento del bingo existen diferentes figuras que se distinguen unas de otras por la dificultad.