El bingo es un juego de azar que consiste en un bombo con un número determinado de bolas numeradas en su interior. Existen reglas del bingo, pero básicamente los jugadores juegan con cartones con números aleatorios escritos en ellos, dentro del rango adecuado. Un locutor va sacando bolas del bombo, comunicando los números en voz alta. Si un jugador tiene dicho número en su cartón lo tacha y el juego continúa de esta manera hasta que alguien logra marcar todos los números de su cartón.
Existen algunas teorías sobre cuándo empezó esta actividad, pero la mayoría de ellas la remontan al siglo XVI. Se trata de un juego muy popular en todo el mundo y existen dos variedades típicas, que son la de 90 bolas y la de 75 bolas.
La historia más conocida de este juego se remonta a la época de los bárbaros y los potentados que cobraban los famosos impuestos a distintas aldeas de países, nacionales, capitales y entre otros estamentos de la sociedad en épocas remotas.
Existen ciertas reglas del bingo para poder jugarlo. Éstas son sencillas y sólo es necesario un poco de atención y unas grandes ganas de divertirse. Aun así es necesario poder conocer el reglamento del juego y algunos datos complementarios para que el jugador pueda desarrollar todo su potencial al momento de jugar.
Para jugar el bingo tradicional o bingo de 2 líneas, antes que nada el jugador debe tener un cartón. Puede disponer de los cartones que guste y de acuerdo a la capacidad que cada uno de ellos tenga. Cada cartón cuenta con 15 números que van del 1 al 90. Una vez que el jugador ha comprado su cartón de bingo y se halla dispuesto a jugar, el paso siguiente es la extracción de los números. A los números los extrae de manera aleatoria un “moderador” que es el encargado de “cantarlos”. El primer jugador que complete cualquiera de las líneas o el cartón gana el premio consignado.
Jugar a este juego es una elección de lo más divertida pero es necesario conocer las reglas del bingo.