Conocidas también como tragaperras, es inevitable que cada vez que vamos a un salón recreativo no sintamos algo de atracción general por el sonido que aparece en este tipo de máquinas. Sabemos que cada vez que se escucha es porque alguien ha ganado algún premio.
Según un estudio de la Universidad de Waterloo en Canadá, se determinó que la sonido que aparece en las máquinas recreativas en el momento en que se gana hace que sea todo mucho más emocionante para el jugador, lo cual lo impulsa a querer seguir adelante y volver a apostar para tener por más tiempo ese sentimiento de triunfador en el interior.
La realidad es que los sonidos de las máquinas recreativas son todos distintos, pudiendo haber cerca de 400 sonidos diferentes lo que hace que se activen en el momento en que el jugador ha ganado algún premio especial. Cuando hay una derrota la máquina no hace ningún sonido.
Durante la investigación, se determino que estos sonidos animan al jugador a seguir adelante. Para ello, se utilizó una máquina recreativa con sonido y otra sin sonido y la realidad es que el jugador en la máquina con sonido se divirtió mucho más y quiso seguir jugando mientras que la máquina silenciosa no generó ningún tipo de entusiasmo en el jugador.
Si a eso además le sumamos el hecho de las luces que aparecen en las propias máquinas más todo el ambiente general de los salones recreativos, entonces no queda más que animarse y sentir que realmente estamos en un juego de emociones además de ser un juego de azar.
Junto con ello, los investigadores comprobaron que hay una aceleración del ritmo cardíaco cuando se escucha el sonido de las máquinas recreativas incluso también afecta a la zona de sudoración, con lo cual, la excitación es algo que está presente y que sin lugar a dudas impulsa a seguir jugando.
Por eso, es que no nos imaginamos un salón recreativo sin el sonido de las máquinas, pues eliminaría ese punto de diversión e impulso tan importante que junto con sus luces de colores lo transformen en un lugar de diversión asegurada.