Después de varios años el Gobierno Vasco ha dado aprobación el nuevo Reglamento de juego que reúne las diferentes normativas existentes sobre las máquinas recreativas, las acciones, salones de juego, bingos y apuestas mediante el objetivo de actualizar las regulaciones existentes en función de la salud pública y la prevención de la adicción al juego.
Lo que se trata es de establecer una nueva norma que refunda, sistematice y homogenice los diferentes tratamientos de los distintos sectores del juego produciendo que cada sector mantenga su singularidad de forma precisa y ordenada. Además, se pretende llevar a cabo por primera vez una nueva planificación global de todos los sectores que se encuentren implicados.
Con ello se intenta resguardar la salud publica teniendo como valor principal poder cuidar al ciudadano de la adicción al juego, dejando de lado en este tipo de actividad a los menores de edad y a otros grupos vulnerables. De esta forma también se estaría previniendo el fraude de las personas participantes en los juegos de apuestas y de la ciudadanía en general. Mediante un catálogo de los derechos de las personas jugadoras, las empresas de juegos deberán empezar a ofrecer información a su público acerca de las prohibiciones de acceso al juego o a locales de juego y además de cómo debe llevarse a cabo el juego responsable y las reglas del juego.
Sin embargo, el reglamento no solamente se extiende hacía la parte civil sino también procura dotar de mayor seguridad jurídica a las empresas operadoras de juego. Aunque se discutieron muchos caminos y posibilidades, la creación de las nuevas reglas es transparente y de uniforme aplicación en el sector. También se verán sometidas a un control y régimen sancionador en las materias objeto de regulación. La publicidad de estas compañías tampoco volverá a ser la misma ya que se obligará a introducir algunos sistemas de control de admisión. Por otro lado, se les permitirá adaptar su oferta a la contribución al mercado en cuanto a desempeño y evolución, lo que se refleja en una regulación más actualizada de los tipos de máquinas y sistemas de juego.
Aunque muchas de las empresas de juegos y apuestas pueden no llegar a estar de acuerdo con los nuevos métodos todo se hace en contribución del bien social.