Popeye el marino nació con la crisis económica de 1929 en una viñeta de un periódico de EEUU. Fuerte como un roble gracias a las espinacas, esquivó la Gran Depresión, consiguió alcanzar el sueño americano y se hizo famoso en todo el planeta. El artista Jeff Koons (York, Pennsylvania, 1955) creció envidioso de la fuerza del muñeco que se mostraba en la tele. De adulto Koons asume lo trivial y baladí y lo convierte en escultura pesada y sólida, fuerte como una roca. En 2009 ascendió de categoría al pueril Popeye en tres esculturas metálicas de una tonelada de peso. La 3/3 se ha vendido por 28.2 millones de dólares (20 millones de euros), pagados por el magnate de casinos Steve Wynn. En otra crisis económica internacional, Steve Wynn ha comprado al banal personaje -no en cómic, sino de dos metros de altura en aluminio inoxidable- para mostrarlo públicamente en Las Vegas.