Skip to content Skip to footer

¿Las apuestas deportivas son una motivación para el deportista?

 

Cada día son más las personas que se lanzan a las apuestas deportivas buscando poner en práctica todos sus conocimientos y pudiendo así ganar un extra de dinero cuando los resultados son favorables y aciertan con ellos. Pero ¿Qué sucede con los propios deportistas? Saber que hay personas que están apostando dinero por un resultado y apostando por ellos o por su rival puede llegar a ocasionar un sinfín de emociones diferentes.

 

Todo el mundo tiene en cuenta las apuestas deportivas. Desde los analistas, hasta los periodistas deportivos cuentan con ellas al momento de decir quiénes son los favoritos para la competición venidera.

 

Entonces, no es de extrañar que en lo que se refiere a la preparación psicológica de los deportistas las apuestas deportivas sean un factor clave, junto con otros más en el momento en el que el profesional tiene que afrontar el estrés, la ansiedad, la concentración, etc.

 

La parte anímica y la motivación son sin lugar a dudas una de las tantas consecuencias que pueden generar las apuestas deportivas en el deportista que está por salir a mostrar sus habilidades. Mientras que a unos les motiva mucho el hecho de ser favoritos, a otros esta situación les genera un punto de presión extra que no los permite concentrarse y que les puede llegar a afectar en la moral si las cosas no se van sucediendo como se esperan.

 

Todo siempre dependerá de la propia psicología del deportista y de cómo funcione su mente para motivarse, pero no hay duda que el hecho de que cada día sean más públicas las apuestas deportivas y que más personas se unan a ella, genera un efecto en el otro inesperado y es una variable extra con la que se tiene que contar a partir de ahora en la preparación psicológica del deportiva y en toda la parte emocional y motivacional del mismo antes de salir a hacer su performance.

 

Si a esto le sumamos la televisación del encuentro y el público en las gradas, entonces la presión puede ser muy alta, por lo que el deportista tendrá que aprender a lidiar con ello y sacar el mejor provecho de esta situación para cumplir con sus expectativas y con la de los demás.