Skip to main content

Las apuestas deportivas bajas: razones de por qué arriesgar y no dejarse llevar ellas

25 noviembre 2016

Seguramente en más de una oportunidad de la vida has escuchado a alguien decir la frase “a veces lo barato cuesta caro”. Esto mismo se puede trasladar a distintos espacios.  Al igual que en el comercio, las apuestas deportivas manejan la misma lógica y las cuotas bajas con el pasar de los tiempos suelen hacerse mucho más altas de las que alguna vez has afirmado que la mayor apuesta te parecía un monto inalcanzable.

Una de las razones por las cuales arriesgar y no dejarse llevar por las apuestas bajas es la adrenalina y la sensación que tiene la persona que se arriesga a tomar el toro por las astas a la hora de depositar su dinero en una agencia de juegos. Ya sea el resultado bueno o malo de esta situación siempre se aprende. Si el resultado es positivo, habrás aprendido que solamente es cuestión de jugársela y no andar con rodeos apostando siempre poco de lo que en realidad tienes. Si el resultado es negativo entonces te verás limitado a hacer pequeñas apuestas que por lo general se llevan tu dinero y no te dejan recompensas.

Arriesgar y no dejarse llevar por las apuestas bajas suele resultar una tarea muy divertida para aquellos que les fascina analizar los partidos. La modalidad “live” predispone al apostador a acercarse al campo de juego, hacer una evaluación sobre cómo va el torneo y una vez allí realizar su apuesta en base a las conclusiones que está sacando. Claro que las apuestas de este estilo no tienen un bajo valor, por tanto el apostador deberá ir predispuesto a dejar allí un monto considerable. Es muy frecuente encontrarse con estos tipos en los juegos de baloncesto donde las cuotas son grandes y nadie quiere quedarse fuera.

Además si eres de esos de los que no les gustan perder dinero en apuestas simples o combinadas porque sabes el bajo porcentaje que tienes de ganar por su modalidad de juego (aunque también es verdad que si aciertas ganas muchísimo dinero) significa que también conoces que el riesgo es mucho más grande del monto que puedes sacar en esas apuestas.

Para evitar caer en pequeñas tentaciones que a lo largo nos harán perder mucho más del dinero lo mejor es arriesgar y no dejarse llevar por las puestas bajas. Piensa que tan grande puede ser la recompensa si aumentas la apuesta.