Apostar puede resultar muy divertido, mucho más si somos los ganadores y generamos ingresos extra con esta actividad, sin embargo, las apuestas también tienen un lado que no podemos dejar de mencionar y es que pueden generarnos ansiedad.
En su concepto más básico la ansiedad es un estado mental que nos genera intranquilidad, sudoración y malestar entre otros síntomas debido a una cantidad de pensamientos que tenemos sobre algo malo que nos podría ocurrir, esto además, tiene diferentes impactos en el cuerpo, y en su estado más crónico podría generar otras enfermedades.
Ahora, ¿por qué se cree que la ansiedad está ligada a las apuestas? Principalmente porque al apostar ponemos dinero en riesgo, y aunque ansiedad más adrenalina es considerado saludable para el juego, si se pierde el control la persona se pone en peligro.
¿Cómo se puede evitar? Lo principal es reconocer que las apuestas son un pasatiempo que sí, te pueden dar dinero extra, pero no deben ser tu único ingreso, tampoco la vía para pagar deudas. Asimismo, si eres una persona con antecedentes depresivos, nerviosa, impulsiva y hasta con problemas cardíacos deberías manejar esta actividad con mucha responsabilidad. Lo más idóneo es organizarte si quieres hacer apuestas deportivas, establecer un mínimo de inversión, ganancias y parar cuando las pérdidas aumenten, siempre juega con dinero que te sobre. No comprometas tus obligaciones por apostar, pues al momento de verte perdiendo podría jugarte en contra.
Es importante que entiendas que ganar y perder son principios fundamentales en las apuestas, y debes aceptar que una posibilidad sin la otra no existe, no dejes que las emociones que genera cada una decidan por ti. Recuerda que tu salud es lo más importante para seguir haciendo las cosas que tanto te gustan, por lo que si la misma está comprometida no podrás ganar al mismo tiempo que tus equipos e ídolos deportivos favoritos.