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​Historia del bingo: del juego clásico a la emoción en línea

En el universo de los juegos, es el que posee el nombre más expresivo y popular. Gritar ¡Bingo! se ha convertido en todo un clásico del entretenimiento. Aunque existen diferentes teorías que sitúan su invención en época romana, parece que la hipótesis más aceptada es que este juego se remonta al siglo XVI y procede de Italia. En aquel momento se jugaba a una especie de lotería en la que intervenían todos los elementos del bingo: bolas, cartones numerados, bombo… Sin embargo, en aquel juego no existía el componente social, porque se jugaba desde casa, como la lotería actual.

Aunque tiempo más tarde esta fórmula de entretenimiento se extendió por toda Europa, su auténtica popularidad no llegaría hasta los inicios del siglo XX, cuando el juego llegó a Norteamérica. Allí la costumbre era tapar los números con alubias (en inglés ‘bean’) en vez de tacharlos con tinta, por lo que el juego adoptó el nombre de Beano. Un empresario neoyorquino del sector del juguete, aficionado a este juego,  invitó a un grupo de amigos a unas partidas. Uno de los participantes, llevado por la emoción, se equivocó y gritó ¡Bingo! en vez de ¡Beano!, y se cuenta que de esta circunstancia nació el nombre actual del juego, que desde Estados Unidos se extendió rápidamente a otros muchos lugares del planeta, llegando a ser uno de los juegos de mesa más apreciados para compartir veladas familiares y con amigos.

En la actualidad, el juego ha mantenido sus reglas originales. El mecanismo es muy sencillo: los participantes reciben un cartón con una serie de números, mientras se van sacando de un pequeño bombo las bolas numeradas. El jugador va tachando las coincidencias que se reflejan en su cartón. Existe premio cuando se consigue tachar una hilera completa de números y, lo más importante, se puede cantar bingo y ganar cuando se completan todos los números que aparecen en el cartón.

Ahora, a través de Internet y la tecnología digital, los dispositivos inteligentes permiten llevar el juego del bingo a otro nivel. En la actualidad, son muchos los casinos online que han incorporado este juego en sus catálogos. Las reglas del bingo online no difieren de las del juego físico, aunque el juego en línea dispone de diferentes formatos que le aportan mayor emoción.

Se puede jugar con uno o varios cartones a la vez y los juegos alargan o acortan su duración dependiendo del número de bolas con el que se abre la partida: desde el bingo de 30 bolas, que representa la versión más rápida del juego, hasta las modalidades de 75, 80 y 90 bolas. Esta última modalidad de 90 bolas refleja la versión más tradicional del bingo en Europa; se juega con quince números y permite combinaciones ganadores de una línea, dos líneas y el cartón completo.