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Lo que no sabías sobre las máquinas tragamonedas

Uno de los elementos que más atrae de los salones recreativos son las máquinas tragamonedas. Desde siempre han estado presentes en todo tipo de evento o incluso en los bares. Escuchar el sonido de las monedas caer y el significado que esto tiene al saber que se ha ganado son algunas de las tantas cuestiones clásicas de las máquinas tragamonedas.

Existen dos tipos de máquinas tragamonedas. Por un lado están las programadas las cuales después de una secuencia de varias jugadas la máquina devuelve una cantidad de dinero determinada. Y están las de azar, las cuales las secuencias se dan de forma indeterminada y a partir de ello es que nacen el resto de premios.

Generalmente estas últimas son las que encontramos en los salones recreativos.

El nombre de máquinas tragamonedas, conocida en España como tragaperras, se puso desde hace muchos años atrás cuando en nuestro país a las monedas se les decía “perras” por lo que de ahí deriva su significado. Es verdad que hoy en día la gran mayoría de máquinas permiten no sólo tener monedas sino también billetes.

El diseño y el mecanismo interno de estas máquinas es sumamente preciso, por lo que no existe la posibilidad de que haya error en ello.

Fueron 39 millones de euros, el premio más grande que se ha entregado en las máquinas tragamonedas en Las Vegas, en el Hotel Casino Excalibur en el 2003.

Aunque hay un mito sobre la “máquina caliente” que es cuando hace un tiempo que no brinda un premio y que debe de estar al caer, la realidad es que las máquinas funcionan con un código RNG aleatorio por lo que no existe una lógica sobre cuándo aparecerá un premio o no.